El desafío de decidir

El desafío de decidir

“No soy producto de mis circunstancias, soy producto de mis decisiones”.-Steven Covey.

Cada día, en cada momento de nuestras vidas, en cualquier etapa que estemos nos enfrentamos a la necesidad de tomar decisiones. Grandes o pequeñas, consientes o inconscientes pero decisiones. Son muchos los momentos desde, si despertamos o seguimos durmiendo, qué ropa nos ponemos, qué comemos. Podríamos llenar mil hojas enumerando todas las decisiones que debemos hacer diariamente, algunas ya son automáticas, otras nos quitan el sueño. Ahora si es tan común en nuestra vida el tener que tomar decisiones, ¿cómo podemos entrenarnos para que cada decisión sea acertada?

Generalmente se nos educa para tomar decisiones con base en nuestra cultura o costumbres. Por ejemplo, según tus padres tengan la idea de cómo debes comer, vestir o comportarte, así lo harán. Y así lo practicarás hasta que te des cuentas que puedes tomar tus propias decisiones.  Hay otras decisiones que aceptas como normal porque así lo establece “la sociedad”. Debes decidir ciertas cosas para poder obtener resultados esperados. Si no lo haces, o eres de los que rompe con esos esquemas entonces eres un “rebelde, inadaptado”.  Si analizamos bien, podríamos preguntarnos: ¿Quién tiene la razón? ¿Mis padres? ¿la sociedad? ¿La religión? ¿Los inadaptados?. ¿Cómo hago?.

Bueno, esta es mi opinión: Cada ser humano es único, con características, personalidad, sueños, metas y gustos individuales. Así que, basado en esa verdad cada quien debería tomar sus propias decisiones. Sin duda alguna una de las primeras decisiones que debemos aprender a identificar es la diferencia entre lo malo y lo bueno. Se que muchos en este momento dirán: ¿Quién decide o quien dice qué es lo malo y qué es lo bueno? Fácil, toda decisión trae una reacción, unas decisiones dejan beneficio y otras decisiones dejan consecuencias negativas. Las buenas decisiones siempre traerán beneficios sin perjudicar a nadie, las malas siempre traerán el riesgo de una consecuencia negativa, que tal vez sea inmediata o a largo plazo, pero negativa.

Lo segundo trascendental es entender que las decisiones que tomamos afectan nuestra vida en el presente y por supuesto en el futuro.  Lo que somos no es una casualidad, somos lo que hemos decidido. Cuando no te percatas de esto, es cuando comienzas a quejarte de tu realidad. Por esto “La súper” importancia de aprender a tomar buenas decisiones, porque afectan directamente nuestra vida y la de los que nos rodean.

Tercero, prepárate para las decisiones que estarán contigo para siempre, por ejemplo: Decide con quien quisieras vivir, antes de buscar pareja.  Tu decisión por encima de lo físico debe estar basada en tu visión de vida. Decide que quieres ser, por encima  de lo fácil. Te explico, muchas veces tomamos las decisiones fáciles y no las correctas, porque estas requieren esfuerzo, o  sacrificio. Pero si entiendes que no siempre lo fácil es lo mejor no te dará miedo escoger lo correcto.

Cuarto, no bases tus decisiones en tus sentimientos. Esto es muy peligroso, si estas molesto, triste, muy alegre o emocionado y basas tu decisión en eso, te aseguro que tomaras la decisión equivocada. Muchos matrimonios se terminan rápido, porque “el si” lo dieron por emoción y no por convicción.

Quinto, No dejes que la moda, las marcas, el que dirán, los estándares de la sociedad, o la envidia sean tu base para decidir. Unos zapatos no son especiales por su marca, sino por el que lo lleva puesto.  Lo mas importante es que entiendas, quien eres, que tengas muy claro que quieres y para dónde quieres ir.

Sexto, decide a pesar del temor. Tal vez decidir que camisa debes ponerte no te de tanto miedo, como otras. Una frase que me gusta es: En cualquier momento de decisión, lo mejor que puedes hacer es lo correcto, la mejor cosa siguiente es lo incorrecto y lo peor que puedes hacer es no hacer nada.-Theodore Roosevelt.

Tienes la capacidad de tomar decisiones, es algo que está en ti, no desaproveches esa oportunidad, además tendrás que hacerlo quiera o no. Acepta el desafío, prepárate para tomar la decisión correcta y aunque te equivoques, tendrás la oportunidad nuevamente de decidir.

 

Javier Herrera Pineda

 

 

 

 

1 reply
  1. Sebas
    Sebas says:

    Muy buenas palabras muy acertadas para mi Vida en Este momento. Muchas gracias siga inspirando más y más

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